
Al planificar unagranja solarLa pendiente del terreno es un factor crucial que influye en el diseño, la eficiencia y el costo. Si bien los terrenos planos son ideales, existen diversas soluciones de montaje que permiten realizar instalaciones en terrenos inclinados.
Condiciones óptimas:Se prefiere un terreno plano o con una ligera pendiente (hasta 5 grados) para facilitar la instalación y el mantenimiento.
Seguidores de un solo eje:Estos sistemas, que siguen la trayectoria del sol para maximizar la captura de energía, suelen ser adecuados para pendientes de hasta 10 grados.
Sistemas de inclinación fija:Más adaptables a terrenos irregulares, las instalaciones de inclinación fija pueden soportar pendientes de hasta 17 grados.
Pendientes más pronunciadas:Las instalaciones en pendientes superiores a 20 grados son factibles, pero pueden requerir soluciones de ingeniería especializadas, como lastres de hormigón anclados o sistemas de estanterías personalizados.
Construir en terrenos inclinados presenta desafíos:
Estabilidad del suelo:Las pendientes más pronunciadas pueden tener suelo inestable, lo que requiere cimientos reforzados.
Control de la erosión:Las medidas adecuadas de drenaje y mitigación de la erosión son esenciales para mantener la integridad del sistema.
Accesibilidad:El mantenimiento y la instalación se vuelven más complejos a medida que aumenta la pendiente, lo que potencialmente aumenta los costos de mano de obra.
Las soluciones de montaje robustas son vitales para las instalaciones inclinadas. Empresas comoSIC Solar, especializados en soportes de montaje fotovoltaicos, ofrecen productos diseñados para garantizar la estabilidad y durabilidad en terrenos irregulares.